La obra de Rosler “Bringing the war back home” hecha en la época de la guerra de Vietnam entre el 67 y 72 tiene vigencia en contra de la guerra y se afianza con la nueva serie de montajes hechos por la artista en 2004 haciendo alusión a lo que aún ocurre en Medio Oriente. “Photo Op” del 2004 tiene esa misma línea de mostrar lo que para el público en general es algo hermoso y bello, contrastando con algo horrible y brutal. Esta disparidad representa una pesadilla dentro de lo que se podría llamar “el sueño americano”. Los medios de comunicación y la moda tienen un papel importante en el cual la imagen socialmente preconcebida de la mujer bella se ve rodeada de objetos que también tienen relación con esa idea de lo estético en un hogar. La individualidad está plasmada por la imagen de la mujer que evoca moda, sexualidad y modernidad, criticando así el rol de la mujer, su disponibilidad sexual y egolatría, sus pensamientos y vivencias en momentos de guerra, generando una reflexión de la relación entre política y guerra con la moda y el espacio doméstico. Los medios de comunicación se han encargado de separar dos partes de la cultura que son la guerra y el hogar, lo privado y lo público, lo que ocurre aquí y lo que ocurre allá.
La obra evidencia la desinformación de los medios de comunicación que se basan en la moda, lo que está a la vanguardia y otras cosas que eficazmente distraen a la sociedad y la abstraen de lo que debería ser una genuina unión social, una sensibilidad política y en su mejor efecto un compromiso social. En la obra hay una invasión de la guerra en el hogar, la imagen conmemora la deshumanización del hombre con los niños muertos, pero al parecer el bombardeo de los medios es más atinado ya que mantiene inadvertida a la sociedad. Las bombas, los tanques, el irritante sonido de aviones y ametralladoras no es capaz de despabilar a la gente que se encuentra en su casa, lo que ocurre afuera no es de índole personal, no afecta, mas bien relega todo aquello negativo que ocurre para que no altere su estado de aparente paz y tranquilidad. En la obra está expuesta la estética del hogar, que no es solamente un lugar que se habita para ciertas actividades, los elementos que están allí definen la forma de pensar, los roles y jerarquías, en este caso el decorado está basado en lo moderno, lo minimalista, al espacio abierto con un gran ventanal el cual tiene una imagen que la mujer no quiere mirar. De la misma forma la mujer está marcada dos veces, esto permite leer que hay una identidad construida en base a los mismos valores presentados por la actividad comercial, los medios y la moda, construyendo sociedades con falta de conciencia individual y pérdida de cohesión social.
Los contenidos culturales que se aprecian claramente en la obra de Rosler son sociales y políticos que tienen como función social una generación de crítica y conciencia. Esta crítica hacia la política, la guerra, la industria comercial, los medios masivos de comunicación, el rol asignado a la mujer en una sociedad en guerra y la moda es constituida por una imagen que es disonante y chocante, que es doloroso y placentero de ver al mismo tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario